Un poco de historia...

En los salones del primitivo Ateneo de Badajoz, situado en calle San Juán 7-9, tuvieron lugar con extraordinario éxito las primeras exposiciones-concurso de toda Extremadura, con obras de excelentes artistas plásticos.

FRUTO de las ideas ilustradas que fueron abriéndose paso en el siglo XIX, el Ateneo de Badajoz inició su andadura hacia 1876, impulsado por un grupo de personas que con sus iniciativas y esfuerzo incorporaron nuestra ciudad a las corrientes progresistas del libre pensamiento de aquella época. Con la breve interrupción de actividades experimentada a comienzos del siglo XX, el Ateneo de Badajoz prolongó una segunda etapa hasta 1936. Entre las numerosas personas pacenses que participaron en este reto figuran los nombres de Tomás Romero de Castilla, Moreno Nieto, Regino de Miguel, José y Manuel Díaz Macías, Narciso Vázquez Lemus, Alberto Cisneros Sevillano, Felipe Muriel, José López Prudencio, Enrique Segura Otaño, y muchos otros.

Las raíces del pensamiento ateneísta de aquella hora se fundamentaban en la tolerancia ante la pluralidad ideológica -política y religiosa-, el respeto hacia la dignidad de las personas, y una tendencia a la supresión de las barreras que acentuaban la desigualdad entre las clases sociales, incorporando las nuevas corrientes en torno al pensamiento científico y a la asimilación del espíritu de la conocida trilogía "libertad, igualdad, fraternidad", cuya progresiva implantación iba poco a poco modificando la mentalidad y las estructuras absolutistas de los países europeos.

En consecuencia, las actividades culturales del Ateneo de Badajoz, además de novedosas e incluso vanguardistas, fueron múltiples y capaces de interesar a los sectores sociales más dispares, desde personas dedicadas a tareas intelectivas y / o dirigentes de la ciudad, hasta trabajadores, obreros sin cualificación, comerciantes, amas de casa, etcétera.

Durante el pasado siglo, otras iniciativas de signo ateneísta tuvieron lugar en nuestra ciudad, con planteamientos más o menos formalizados y desigual duración, como la del "Ateneo Popular" que funcionó durante algunos de los pasados años 80.

Refundado el Ateneo de Badajoz durante la primavera del año 2001, las personas que en la actualidad lo integran se declaran voluntariamente herederas del legado histórico fundacional de 1870 y, continuadoras de tal proyecto cultural, pretenden actualizarlo para incorporar los avances éticos y científicos presentes y del tiempo venidero en dicha trayectoria ateneísta de pensamiento-acción. Es por ello que en sus estatutos establece que El ATENEO de Badajoz mantendrá los caracteres de independencia y aconfesionalidad, y permanecerá ajeno a ninguna adscripción de signo partidista.

A finales del siglo XIX, el Ateneo de Badajoz experimentó un pequeño parón, y al cierre de sus instalaciones, donó los libros de su importante biblioteca a la RSEEAP, donde todavía permanecen. En 1901 volvió a renacer trasladando su sede social a la calle Dr. Lobato, sometido al articulado del Reglamento cuya portada se muestra en esta fotografía. El final del texto está firmado en Badajoz el 16 diciembre de 1901 por el Presidente don Felipe Muriel y Gallardo y el Secretario don Fernando Abarrátegui y Pontes. En párrafo aparte figura una diligencia que registra con el número tres del libro correspondiente, y es firmada el 11 de enero de 1902 por el Gobernador interino don José María Cambronero.

Asimismo, entre otros fines, se propone llevar a cabo los siguientes:

El propósito general es desarrollar y difundir las ciencias, las letras y las artes por todos los medios adecuados, y favorecer el desarrollo de agrupaciones y colectivos tanto temporales como permanentes que se propongan investigar y difundir tal finalidad.Fomentar la cultura entre sus asociados y, en general, en todos los ciudadanos de la ciudad de Badajoz.

Editar libros, folletos o cualquier tipo de publicación en toda clase de soportes: papel, analógicos, electrónicos, magnéticos, entre otros.

Conceder becas, ayudas o premios a las personas e instituciones que destaquen en su campo de actividad y en la difusión de la cultura, fomentando el intercambio con centros de otras comunidades autónomas españolas y de otros países, con especial atención a Portugal y países iberoamericanos.

La participación activa en todas las actividades culturales y sociales que redunden en beneficio del pueblo pacense y extremeño en general Por tanto, a través de la participación directa y activa se trata de lograr construir un techo cultural común capaz de dar cobijo a toda clase de iniciativas, individuales o colectivas, que permitan el disfrute en libertad e independencia de un horizonte cultural enteramente abierto a la sociedad y sensible a las necesidades de la dignidad humana, así como plural a todos los credos e ideologías.

El Ateneo de Badajoz pretende asimismo integrarse en la cadena de Ateneos que se hallan coordinados a nivel nacional e internacional, esto es, España, Portugal e Iberoamérica.

El Ateneo de Badajoz, que toma la Torre de Espantaperros y unos rasgos que representan el río Guadiana como imagen corporativa, desde la pasada primavera ha estado dotándose de estructuras internas y ha fijado una serie de áreas de trabajo que se esforzarán para conseguir el debate de temas de interés social. Durante este periodo ha llevado a cabo tertulias sobre: globalización, terrorismo, guerra de Afganistán y educación en libertad. También ha organizado diversos viajes de interés cultural, y está realizando contactos con instituciones, entidades y empresas locales para obtener su colaboración.

El Ateneo de Badajoz, que cuenta en la actualidad con más de 200 socios o simpatizantes, se presentó formalmente a la sociedad pacense el 22 de noviembre en el Hotel Zurbarán a las 20 horas, acto en el que se impartió una conferencia el Doctor D. Fernando Valdés sobre 'Algunas historias del Badajoz islámico'.